Honda es un ejemplo de disciplina, constancia y respeto; así lo demostró el piloto Max Verstappen el pasado domingo 30 de junio cuando, conduciendo para la Escudería Red Bull Racing en un monoplaza con motor Honda, ganó el Gran Premio de Austria. Esta es la 73ª victoria de Honda en la máxima categoría y la primera de la temporada de este año.

Luego de estar en la Fórmula Uno inicialmente como constructor hasta 2008, Honda regresó como proveedor de motores, sumándose a esta nueva generación de la máxima categoría para el 2015, con un recorrido que lo ha llevado a través de la experiencia, el esfuerzo y el trabajo en equipo entre Honda y Red Bull a distribuir motores para esta escudería desde el año 2018.

Sobre la victoria, el director ejecutivo de Honda Motors, Takahiro Hachigo, mencionó que "es un gran placer para nosotros ganar una vez más en la Fórmula Uno. Debemos agradecer a la Escudería Red Bull, Toro Rosso y a todos los conductores que han brindado tanto apoyo al proyecto, así como a todos los proveedores y partes relacionadas".

Además, dio unas palabras de agradecimiento para los seguidores del equipo: “Con su apoyo, seguiremos desafiándonos a medida que nos esforzamos por alcanzar nuestro objetivo final, que es ganar el campeonato mundial, tomando esta victoria como un primer paso. Cualquier éxito futuro que tengamos es también gracias a nuestros fanáticos que son realmente parte de nuestro equipo".

Finalizó mencionando lo importante de un logro como este para cualquier desarrollador de vehículos, explicando que "La Fórmula Uno fue el sueño de nuestro fundador Soichiro Honda y está en el ADN de nuestra compañía. Me quedo sin palabras cuando pienso en el enorme esfuerzo de todo el personal de Honda involucrado en este proyecto, que siempre creyó en sí mismo, nunca se rindió y finalmente alcanzó la victoria de hoy. Creo que esto encarna nuestro lema 'El poder de los sueños' ”.

Tomado de global.honda/newsroom/news/2019/c190701eng.html